6 dic 2010

Solo otra vez, naturalmente.

Durante tres años, aunque nunca dejé de tocar y componer cosas "para mí", toda mi actividad musical estuvo centrada en Los Ciclones, mi banda. La banda de amigotes de la que formaba parte.
Digo que nunca dejé de hacer cosas por mi lado, fundamentalmente porque, más o menos, dos terceras partes de la música que componía no era del agrado del resto del grupo, lo que provocaba en mí cierta frustración con la que aprendí a convivir. La verdad es que el placer de reunirte con amigos todas las semanas y poner en común lo que a los cinco nos gustaba hacer, música, superaba con creces esa frustración de que mis temas no fueran lo suficientemente buenos para mis compis, así que seguí adelante. Cuando haces música en un grupo, no hay nada comparable a tocar sobre un escenario lo que se ha estado trabajando durante meses en el local de ensayo. Con los Ciclones llegamos a sonar de forma bastante compacta y profesional, pero la magia se había perdido. Ya no éramos un grupo, sino un conjunto de personas bastante hartas unas de otras, especialmente ellos de mí, si he de ser sincero, porque yo soy un tipo bastante insoportable dentro de una banda, siempre diciéndole a todo el mundo lo que debería hacer y todo eso. Mirad este maravilloso tema de Creedence



El sonido es bueno, pero el guitarra hace coros cuando le apetece, o hace sus dibujos, motivos y solos cuando le da la gana, porque ya no importa el grupo, solo importa lo que a él le apetezca. El bajista del grupo, el gran Joe Mississippi, no pudo estar en ese concierto y Sefo, el que le sustituyó hizo un gran papel, porque es un bajista profesional y de primera, pero no estaba integrado como Joe, no conocía nuestros temas y versiones tan a fondo, y no hacía coros, claro...
El grupo ha saltado por los aires y seguramente yo soy el culpable; Bienve, el batería se cagará en mi calavera todos los fines de semana porque era, con mucho, el más ilusionado y trabajador de todos; Buch, el teclista, es mi amigo del alma dese que somos pequeños y aunque se cague en mí, me perdona; Mississippi Joe, bajista, tenía otros intereses, aunque se mantenía en la banda por lealtad, y creo que para él la disolución fue más un alivio que otra cosa; Emilio, el guitarra, es un pobre hombre cuya opinión me la suda; desde hace mucho tiempo tenía tomada la decisión y no me arrepiento, porque algunos comportamientos miserables recientes me han confirmado que no podía seguir con según qué compañías. Así que, ya me véis, sólo otra vez, naturalmente.



En este videoclip, grabado hace algo más de dos años, y que después de la edición quedó un poco cinéma vérité, me ayudó Borja, mi hijo, que hizo todas las tomas en movimiento que tiene el video. Se le ve de vez en cuando, porque lo grabé en una sola toma con dos cámaras fijas y una en mano; las tres, cámaras fotográficas vulgares, no creáis, por eso la sobreexposición y el grano no es un efecto buscado, es que las imágenes son así, aunque todo está, luego, un poco tratado, para darle una cierta unidad estética al resultado final.

Y para terminar, quería presentaros esta canción que, si alguno de vosotros siguió a Los Ciclones al final, la oiría en nuestros conciertos. El tema se llama Yo, yo.



Empezó como una broma para limar asperezas: yo reconocía ante mis compañeros que tenía complejo de divo (no es verdad, no lo tengo en absoluto, lo que pasa es que lo soy) y al final se ha convertido en una cruel realidad: quisiste destacar tanto que te quedaste más solo que la una. Un rock and roll bestial, si nos dejamos de memeces. Cuando mi situación laboral lo permita, montaré otra banda y pasearé estos temas por ahí, porque, caramba, la gente merece bailar cosas mejores que lo que se baila por ahí.

1 comentario:

  1. Pues la verdad es que sí que sonabais ya profesionales y compactos (esa palabra me hace pensar en carnes prietas y todo eso).

    Pero lo importante es ser consecuente con lo que uno cree. Ya es suficiente difícil no ponerse frenos uno mismo como para dejar que nos los impongan los demás y devolver una sonrisa a cambio.

    Espero ansioso tus nuevos proyectos. Abrazos, rockero solitario.

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