16 dic 2010

30 años junto a John Lennon para acabar atravesando el UNIVERSO y deseándoos Feliz Navidad

30 años junto a John, ya.
Podría resultar idiota decirlo, pero llevo 30 años junto a John Lennon. Exactamente los 30 años que hace que le mataron a tiros frente a su casa, son los años en que John y yo, quizá porque nadie más le hacía caso, o a lo mejor es que le caí bien, que todo es posible, hemos sido amigos.
Recuerdo que la mañana que me enteré, tuve, por primera vez, conciencia de la muerte. De la pérdida, del zarpazo inesperado que sientes en el corazón cuando alguien a quien amas, alguien a quien creías inmortal, ya no está. Simplemente terminó. La sensación, para los creyentes, para los que tienen asumida la trascendencia terrena, será distinta, supongo, y es una esperanza a la que asirse, la resurrección, para no desesperar. Pero el vacío letal que deja la muerte del ser querido creo que, en un primer momento, no tiene consuelo de ninguna clase. Puede que sea un sentimiento egoísta (ya no estará conmigo), pero es un sentimiento, quizá por ello, tremendamente humano.
Pero, curiosamente, su muerte, la de John Lennon, digo, fue para mí un descubrimiento. Supe que no es que me gustaran los Beatles, y John Lennon especialmente, sino que su música y su legado eran una parte de mi vida, como lo son mi familia, mis piernas, o mi voz. Algo que va conmigo allá donde voy y de lo que no quiero, ni puedo, desprenderme.
Supe, y en estos años lo he hablado largamente con él, que John era un buen tipo, tímido, aterrorizado y un poco miserable de vez en cuando. Supe que John es un genio, sí, pero es un hombre y tiene su lado envidioso, sus ratos crueles, sus debilidades y sus dudas, siempre sus dudas.
Hace unos días se cumplía el aniversario de su asesinato y la tropa de los de siempre salió a airear las memeces de siempre, las mismas tonterías y los mismos lugares comunes. Que si pacifista, que si las drogas, que si el compromiso… y nadie parece darse cuenta de que John era un hombre perdido en su condición humana, pequeña y grandiosa a la vez. Que se vio atrapado en un matrimonio sin felicidad y que renunció a él de una forma miserable y pequeñaja. Yo se lo he echado en cara muchas veces. John, con Cinthya y con Julian te has portado de culo, macho, y él, simplemente, no contesta, porque sabe que es así.
Mi amigo John no era el tipo que todos dicen que es. Es el hombre corriente que reconoce que se lo llevan los diablos de pensar que su chica se va con otro (You can’t do that, Run for your life); el pequeño burgués al que le gusta la Navidad (Happy Xmas, war is over); es el desencantado de los revolucionarios de pacotilla (Revolution, Power to the people) y es el amigo, el gran amigo, pese a quien le pese, de Paul McCartney.
John es un genio de la música rock. Es un compositor magistral (Hapiness is a warm gun), un letrista profundo cuando quiere, un guitarrista marchosillo (Get back) y, para mí, lo que le distingue es una calidad vocal extraordinaria. Si bien es verdad que Paul tenía un registro mucho más amplio, cuando John pone su alma, su calidez y su capacidad de conmoverte es extraordinaria. Si puedes, escucha estas tres canciones: Baby it’s you, A day in the life y este Across the universe que, un poco con calzador, he elegido este año para felicitar las fiestas a todo el que le apetezca ser felicitado. A mí, por cierto, me encanta que me deseen feliz Navidad.
Pues eso: 30 años junto a John Lennon. 30 años desde que murió. Caramba, cómo pasa el tiempo…

3 comentarios:

  1. Desde lo más profundo de la oficina (y casi son las 23:30) debo decirte que tal vez, seguramente, John no era mi más admirado Beatle. O tal vez si.

    Bueno, la verdad es que mi más admirado Beatle era/es/será George.

    Ringo me caía bien, oye. Incluso me llegué a comprarme el "time takes time".

    Paul me cayó bien el primero. Claro,seguramente era el más ¿gracioso?.

    Pero ya de mayor, aunque siempre seremos jóvenes amigo Wolffo, me empezó a caer bien el bueno de John. ¿O será que tal vez empecé a entenderle?

    Nothing's gonna change my opinion about your new guitar. Increíble

    Gran versión te ha salido amigo mío. Si consigo sacar mañana 5 minutos para tocar no me va a quedar más remedio que destrozarla.

    Por cierto, te estás quedando escurrío ladrón.

    Te dejo unos abrazos nocturnos y sigo currando a ver si acabamos de una vez y nos podemos ir a casa.

    M.A (aka The Foss)

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  2. No son horas, no son horas, MA. Yo no sabría decir quién es mi preferido de los Beatles. Sé que admiraba a todos muchísimo, pero siento cierta afinidad por el John Lennon que yo cnozco, no por el jipi gilipollas del que hablan por ahí.
    Con mi guitarra cada día estoy más contento: la toco hasta que se me caen los dedos y me encanta oírla ahí, haciéndome vibrar la tripa y los pulmones con su caja de resonancia de madera maciza, pero cuando la oigo grabada, con un sonido pleno, machote y brillante, me muero del gustito. Una gran compra.
    Un abrazo fuerte y feliz Navidad, amigo mío.

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  3. La verdad es que esa guitarra sí que suena de fábula. Y estoy de acuerdo en lo del peso, así que cuidado con ese cabrón vestido de rojo que empuja dulces hasta el fondo del alma.

    Un abrazo wolffo.

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